No está dirigida a una amplia mayoría sino a una espléndida minoría.
No es para los que 'huyen' de 'sí mismos', sino para los que 'han' decidido dejar de huir y 'mirarse' de frente y sin miedo, con una simple sonrisa infantil desplegada en el rostro.
Como 'podéis' ver, la vía gnóstica, no es la vía ordinaria, la de la vida puramente exterior. No es la ruta del miedo y la evasión, ni tampoco la del ego y el dinero como motores fundamentales para el desarrollo del individuo.
Por ello, 'encontraréis' pocos compañeros en esta senda, pero los que 'encontréis' serán auténticos, puros jades brillando a la orilla de un río de montaña. En este camino, surcado desde la antigüedad por grandes seres (fundamentales en la historia del planeta), no importa la cantidad sino la calidad del caminante.
Una sola llama puede modificar para bien, la estructura del Universo, una sola llave puede abrir casi todas las puertas, y un corazón sin miedo no tiene fronteras.
Cuando 'caigas', 'recuerda' que la caída pasará. Cuando 'dudes', 'regresa' a la meditación, a la mente clara, a la soledad del bosque; luego, 'continúa' la marcha como buenamente 'te' inspire el interior.
La vida es una senda de crecimiento, una vía en la que la conciencia se va haciendo cada vez más presente. Que belleza es vivir plenamente despierto. Después de pasar la prueba frente al espejo, y transformar las fantasías del ego en la imaginación de un niño inocente.
"El día en que Horus, mi SER, consiga la victoria sobre SET y sus demonios, yo entonces, difunto,
triunfare de mis enemigos, durante la noche de la fiesta en que el Dios DJED es elevado en JEDU, ante las divinidades que residen, sobre la vías de la muerte".